BIENVENIDO A GIBRALEÓN Y SUS COSAS
Solo espero que mi hobby sirva de distracción a otras personas y pretendo con la ayuda de otros, ampliar los asuntos tratados, mejorarlos o corregirlos.
martes, 4 de enero de 2011
CARTA A LOS REYES MAGOS DE GIBRALEON 2004-2011
Soñé que soñaba con los Reyes Magos, que de nuevo creía en ellos, como de pequeño. Me acurrucaba, calentito en la cama, con la ilusión de un niño en la noche mágica.
Veía, alucinando, como Melchor devolvió a la gente su alegría y pasión por su pueblo. De pronto, el Paseo se llenó de un ir y venir de vecinos de todo tipo, charlando amigablemente mientras andaban sorteando a los niños que jugaban. La plaza recuperaba su tradicional ambiente, y ya no había charcos de agua junto a la fuente.
También ocurrió un cambio espectacular en la Radio y Televisión Local; nada más y nada menos que pasó a ser de todo el pueblo y podíamos ver que la oposición podía hablar, hecho desconocido hasta el momento. En esto último, Gaspar tuvo que poner todas sus fuerzas frente a las sombras de la dictadura. A la salida, colocó el Rey Mago un cofre en la depuradora, como regalo para todos, y desde entonces el agua sale del grifo como si fuese embotellada y ya los vecinos de las partes altas del pueblo se podían duchar por la noche y se acabaron los cortes de luz. Así mismo, el agua sucia era tratada antes de arrojarla a nuestro río.
El que más me sorprendió fue Gaspar, que aplicó su magia en el Ayuntamiento y desde entonces trabajaban gobierno y oposición juntos, por mejorar la vida de todos los ciudadanos y solucionar los graves problemas actuales.
Me quede de piedra cuando en mi sueño vi que se celebraron los Plenos por la tarde, y se le proporcionó a la oposición los medios para realizar su trabajo. Gaspar hizo posible que el Ayuntamiento fuese transparente, de todos y para todos. Se le daba a la oposición su lugar y respeto que merecían.
La gente estaba tan contenta, que los negocios ganaban todos, incluso el mercado de abastos se quedó sin puestos para alquilar. Se percibía una alegría desconocida. El dicho de que lo hecho entre todos siempre tendrá éxito, se cumplió. También aumentó la participación ciudadana a través de muchas nuevas asociaciones, que con su funcionamiento independiente lograron la realización de actividades culturales, sociales, deportivas y lúdicas de muy diverso tipo con absoluto éxito.
Se propuso un pacto para que los partidos trabajasen para hacer políticas redistributivas y acercar las diferencias entre los que más tienen y los que peor lo pasan.
En mi sueño me preguntaba: Si esto va así de bien, ¿qué será cuando pase Baltasar?... Y lo supe enseguida, el Rey negro se ocupó de los hombres y mujeres sin trabajo, de las familias que viven en condiciones indignas por no tener una vivienda. Entre otras cosas, hizo que desde el Ayuntamiento se pusiera en marcha un programa de construcción de viviendas para solventar estos problemas. De otra forma era absolutamente imposible que algunas familias pudiesen comprar un piso alguna vez.
Lo sorprendente de Baltasar fue cuando creó un centro de rehabilitación de drogodependientes en el que participó todo el pueblo, porque se convencieron todos de que nadie está libre de esta lacra. Insistió mucho el Rey Mago en que la educación es el arma más fuerte frente a las amenazas que rondan a la ignorancia: droga, malos tratos, prostitución, abusos, dictaduras... Por ello, se aprobó la construcción de una nueva guardería, y el proyecto del Centro de Salud ya se terminó.
También influyó el Rey de la mirra en que desde el Ayuntamiento se subastasen los centros y locales propiedad del pueblo en igualdad de condiciones, y no a dedo como se hacía antes. Más policías cuidaban de que nuestros hijos no fuesen como locos haciendo el caballito sin casco y sin tubo de escape, aparte de que junto a la Guardia Civil , cuidaban de nuestros campos. La seguridad hizo del nuestro, un pueblo deseado por muchos de fuera.
De pronto me desperté en mi sueño y pensé que lo soñado podía ser que ocurriese, que los Reyes aún no habían venido y este sueño era una premonición, que se cumpliría en cuanto llegasen a Gibraleón.
En ese momento suena el despertador, y me dije. ¡Vaya, ya son las siete y diez!, ¡a trabajar!. Por fin hoy es viernes.
De vez en cuando me pasaban algunas ráfagas mostrándome algunos detalles que me hicieron ver la luz cuando en el supermercado cogí, ya por la tarde, tres cajas de agua para beber. Al llegar al Paseo, este estaba desierto; cuando miré el edificio Consistorial y vi que no había policías, recordé que trabajan los mismos de siempre; ya empezaba a visualizar que todo había sido irreal, un verdadero fraude. Pero cuando llegué a casa y en la Tele vi al porta-crispación del Partido Popular, recordé todo el sueño y pensé que todo seguía igual.
Me dije, Juan, para conseguir los sueños hay que seguir trabajando por ellos, esforzarse más, no desistir. Pero, de todas formas, este año iré a ver a los Reyes Magos, aunque concluyo con Calderón en que “...la vida es sueño y los sueños, sueños son”, pero ciertamente, muchos de mis sueños, hoy, realidades son.
Gibraleón enero de 2011
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